Una vez bien delimitado, le damos una primera capa de imprimación Epoxi. Con esta primera capa lo que conseguimos aparte de la imprimación en sí, es que salgan a relucir las imperfecciones que tiene la superficie del casco. En el caso de que el casco fuese barnizado, la propia madera y el barniz ocultan las deformaciones. No son visibles. Pero en el caso de la pintura es al revés, la pintura delata.
Una vez seca la imprimación nos dedicaremos a masillar, con masilla de poliéstrer (también llamada de carrocero) en aquellas partes de la superficie donde detectemos hoyos o bultos. Y una vez la masilla seque ya podremos lijarla y pasar a dar la segunda mano de imprimación.

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